miércoles, julio 23, 2014

 

Un poco de seguridad informática



(Un artículo de Lola Marquez en la revista Mujer de Hoy del 28 de mayo de 2011)
Lo usamos para casi todo: para comprar, para realizar gestiones administrativas y bancarias, para trabajar y hasta para disfrutar del ocio. Es una herramienta rápida y eficaz, que ha mejorado nuestra calidad de vida, que ahorra tiempo y dificultades, pero que ha llegado acompañada de nuevos riesgos. Los expertos lo tienen claro: ante el universo de internet hay que actuar con precaución y mucho sentido común. Pero ten en cuenta que la gran mayoría de los problemas de seguridad en la Red están causados por errores humanos, y muchos los podrás evitarlos siguiendo los consejos que te indicamos. Difruta de todas sus posibilidades sin miedo.

PROTÉGETE, PROTÉGELO


El ordenador es tu enlace con la Red, por eso siempre debe estar bien protegido. Desde la Oficina de Seguridad del Internauta (www.osi.es) recomiendan:

Actualizaciones de software. Ten el sistema siempre a la última para tapar posibles agujeros en la seguridad. Ponlo al día con las actualizaciones automáticas, tanto del sistema operativo como del navegador, y ten en cuenta que algunos se actualizan por defecto. Son gratis y fáciles de instalar. Si quieres saber el nivel de actualización de tu equipo, entra en www.secunia.com/vulnerability_scanning/online.

Utiliza distintas cuentas de usuario, dependiendo del uso que hagas del ordenador (trabajo, ocio...), y muy especialmente si se trata de un ordenador compartido.

Instala un antivirus.

De escritorio.
No es necesario que esté conectado a internet para que funcione y suelen contar con la opción de actualizarse automáticamente. Son gratis, aunque hay versiones más completas, que son de pago. AVG, Panda Security o Sophos (para Macintosh), son tres de los más usados.

En línea.
Como Bitdefender o Panda, que instalan un fichero y escanean el sistema. Puedes usar varios para obtener mayor seguridad.

Otras opciones.
Hay vacunas para dispositivos como discos duros, “pendrives” o Mp3; cortafuegos, que controlan las conexiones entre internet y tu ordenador, o programas antispam, que trasladan el correo que consideran basura a la carpeta de “Spam”.

Analizadores de URL.
Como el URLVoid, que resultan muy prácticos y examinan las páginas que queremos visitar para ver si son de confianza. Pueden bloquear el acceso a páginas que contengan virus. Emplean un código de color en la barra de herramientas: el verde indica que se trata de una página segura y el rojo, que no se debe entrar en ella. Tienes muchos gratuitos en http://www.osi.es/Protegete/Protege_tu_PC/Utiles_Gratuitos/.

Normas para navegar seguro

En primer lugar, verifica la legitimidad del sitio web al que te has conectado. Asegúrate de que pertenece a la empresa que buscas y verifica el nombre, ya que los estafadores crean direcciones casi idénticas. Además, y muy importante, comprueba que en la barra de direcciones aparece “https”, conexión segura, y no “http”, si es así desconfía.

No utilices equipos públicos para realizar tus compras.
Y en todos los casos, cierra tu sesión al terminar. En el caso de las descargas, no te olvides de verificar la extensión del archivo que vas a descargar. Es decir, que el tipo de archivo (documento de Word -.doc- o imagen –.jpg-) es el que querías “bajarte”.

Y para realizar trámites administrativos en la Agencia Tributaria,
algunas universidades y tu ayuntamiento, resulta muy práctica la firma electrónica, ya que garantiza legalmente la identidad de una persona, por lo que ganas en tiempo y comodidad.

Contraseña segura

Las contraseñas son como las llaves de tu casa.
Por lo tanto, no uses la misma para distintos servicios, ya que al descifrarla podría abrir todas las puertas de tu vivienda. Cámbialas regularmente (recomendable una vez al mes) y no se las des a nadie. Partimos de la base de que todas las contraseñas se pueden averiguar mediante un programa informático que va probando combinaciones hasta que da con la buena. Por eso es recomendable cambiarla cada cierto tiempo.

Ten en cuenta también que, cuanto más largas sean, más tardará un programa en averiguarlas. Si no sabes cuál poner, piensa que una buena contraseña debe tener números y letras, contar con alguna mayúscula y tener signos. Además, nunca debe ser inferior a siete dígitos. No debe tener información personal fácil de descubrir (el nombre de los hijos, los cumpleaños, etc.). Comprueba si es segura en www.password.es/comprobador.

Y, si te olvidas de alguna de ellas, pincha en www.passpack.com/en/home/, donde puedes almacenar hasta 100 contraseñas de forma totalmente gratuita. Cambia también la de la WiFi en casa. Las compañías telefónicas suelen dejar una contraseña en base a un patrón, por lo que es bastante sencillo que alguien, utilizando un simple programa para reventar claves, no tarde más de cinco minutos en averiguarlas.

El mayor problema no es que consuma gratis tu conexión a internet,
sino que pueda estar cometiendo delitos con ella, por lo que, si no demuestras lo contrario, tú serás el único responsable. Si no sabes cómo cambiar la clave que te ha dado la compañía que te da acceso a internet, su servicio de atención al cliente te indicará los pasos que debes seguir. Y, si vas a estar unos días fuera de casa, desconecta siempre la WiFi.

Tus enemigos los virus

Estos “bichos” informáticos no solo pueden dejar moribundo tu disco duro, también conseguir tus datos bancarios o de tarjeta y usurpar tu identidad y de paso tu dinero.

Cómo se produce la infección.
Bien al visitar páginas, que aprovechan las grietas de seguridad de tu sistema; bien al abrir ficheros que te llegan directamente a tu correo electrónico o sistema de mensajería instantánea; o bien usando un puerto USB infectado.

Falsas páginas web. Antes de realizar cualquier trámite o gestión, asegúrate de quién está detrás. Algunas páginas ofrecen servicios inexistentes y buscan tu dinero o los datos de tu tarjeta de crédito, mientras que otras suplantan páginas oficiales en busca de información. Se suele acceder a estas últimas a través de accesos directos, o banners, que hay en otras páginas que imitan la publicidad. A ellas puedes acceder libremente mientras navegas o ser objeto de “phishing”, que consiste en remitirte un correo electrónico, un SMS o una llamada telefónica, que parece enviado por una entidad verificada, pero que en realidad contiene un enlace a una página falsa.

Pistas para descubrir al “topo”. Las entidades financieras, los comercios electrónicos o las administraciones públicas nunca te van a solicitar tus datos de acceso o el pago mediante correo electrónico o un SMS. En el caso de que haya problemas con tu clave de acceso, te pedirán que entres en su web y la cambies, o te enviarán una nueva.

Para que desveles tus datos, las web falsas recurren a ofrecer artículos nuevos, premios, regalos o señalan la existencia de problemas técnicos. Revisa la ortografía, ya que al se traducciones simultáneas, suelen tener errores.

Tus compras, al alcance de la mano
Las claves del buen comprador on line, según el Centro Europeo del Consumidor en España.

1 Usa el sentido común. Busca, compara y desconfía de las supergangas.

 2 Conoce la empresa donde vas a comprar. Comprueba que tiene dirección física y un número de teléfono fijo; son dos buenos indicadores.

 3 Verifica si es un sitio seguro. Es así si aparece en la barra de direcciones “https” o al pie de página un candado.

4 Vigila las condiciones de la compra. Ojo con las devoluciones, plazos de entrega y tasas; pueden darte desagradables sorpresas.

5 Infórmate de la política de privacidad del sitio.

6 No des más información que la precisa.

7 Conserva las copias del justificante de la compra. Normalmente te la envían una vez realizada la operación. Podrás reclamar o hacer el seguimiento de tu pedido.

Y a la hora de pagar...

Evita los cargos en cuenta corriente, la tarjeta de débito y el envío de cheques, ya que te dejan más vulnerable frente al fraude. Y, a ser posible, usa siempre la misma tarjeta, ya que será más fácil seguir las transacciones. Lo ideal es pagar siempre contra reembolso. Si no contemplan esta opción, hazlo con tarjeta de crédito, bien de manera tradicional, bien a través de un TPV (Terminal Punto de Venta), una especie de cajero virtual. El TPV, que poseen un gran número de comercios electrónicos, resulta muy seguro, ya que tus datos van directamente al banco. Otra forma segura de pago on line, en la que tampoco se envían los datos al vendedor, es a través de Pay Pal, un servicio gratuito en el que, tras registrarte, puedes comprar o enviar dinero fácilmente y de forma fiable.

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