viernes, septiembre 16, 2005
Cuando la realidad supera a la ficción...
Y es que acabo de leer en el 20 minutos digital una noticia que supera a muchos tebeos...
Parece ser que un cazador búlgaro consiguió cazar un par de codornices en una de sus salidas de caza. Cuando intentó coger la segunda, su "fiel" perro se le adelantó y no quería soltarla.
Según indica la noticia, el hombre empezó a darle culatazos para que el perro soltara la presa pero sólo consiguió que el perro se revolviera, enganchando con una pata el gatillo de la escopeta y descerrojándole un tiro en el pecho.
Hay que tener cuidado con los dulces animalitos, ¡¡para que después te digan los dueños que no hacen nada!! :-) Claro....será porque no tienen un arma a mano. :-))
Nota: lo mejor es el comentario a la noticia que adivina lo que el perro hizo después: coger el móvil y llamar al 112...
http://www.20minutos.es/noticia/47797/0/perro/dispara/amo
Parece ser que un cazador búlgaro consiguió cazar un par de codornices en una de sus salidas de caza. Cuando intentó coger la segunda, su "fiel" perro se le adelantó y no quería soltarla.
Según indica la noticia, el hombre empezó a darle culatazos para que el perro soltara la presa pero sólo consiguió que el perro se revolviera, enganchando con una pata el gatillo de la escopeta y descerrojándole un tiro en el pecho.
Hay que tener cuidado con los dulces animalitos, ¡¡para que después te digan los dueños que no hacen nada!! :-) Claro....será porque no tienen un arma a mano. :-))
Nota: lo mejor es el comentario a la noticia que adivina lo que el perro hizo después: coger el móvil y llamar al 112...
http://www.20minutos.es/noticia/47797/0/perro/dispara/amo
lunes, septiembre 12, 2005
De mal en peor
Hace ya algunos años (ufff, ¡como pasa el tiempo!) viví en Roma el que fue uno de las mejores épocas de mi vida. Jamás me olvidaré de la Roma que yo conocí, llena de vida y de pequeños detalles que te hacían pensar que el tiempo no había pasado...
Era una gran ciudad tan acogedora como una ciudad de provincias, y tan vital como sólo puede ser una ciudad llena de italianos. Todo en un marco que proclamaba a los cuatro vientos el esplendor de su pasado.
Últimamente no hago más que leer noticias en la prensa que me hacen pensar que la ciudad que yo conocí durará poco.
Empezamos ya hace unos meses con la prohibición de sentarse en las escaleras que se hacía en algunos sitios. ¡Por favor! ¿Qué mal hace nadie por sentarse en las escaleras?¿Quién no ha disfrutado de una tarde al sol sentado en unos escalones mientras veía la gente pasar? ¡Y si tenías un helado en la mano, mejor que mejor!
Le cogieron el gusto a las leyes de este tipo, parece ser, porque en julio de este año leí en el rincón del vago la última: querían que los caballos de las carrozas que recorren la ciudad fuesen con pañales.
Bueno, no se si pañales pero al menos una especie de bragas que impidiesen que se ensucie la ciudad. Se supone que, entre otras normas, los propietarios tendrán que evitar que se ensucie la ciudad ypor tanto dotar de una especie de "bragas" a los caballos para que no ensucien con sus excrementos la ciudad durante el paseo o mientras se encuentran esperando a los clientes en varios puntos turísticos de Roma.
¿Y los perros?¿acaso no ensucian?
El caso es que no me acabo de imaginar la estampa de una carroza tirada por un caballo con braguitas. ¡¡Gallarda figura para las fotos, si!!
No para ahí la cosa. Este fin de semana he leído que el excelentísimo ayuntamiento de la ciudad eterna, que sigue llena de mentes pensantes del mismo calibre, ha decidido cambiar los adoquines del centro por asfalto.
Esos adoquines, llamados sampietrini, eran tan característicos de Roma como el Coliseo o la basílica de S. Pedro. Quizá más, ya que desde hace quinientos años son parte de las calles de la ciudad.
Pero no, han decidido que son peligrosos y resbaladizos (¿¿ahora??¿¿antes no??), y los sustituirán por tedioso y aburrido asfalto, consiguiendo que las calles del centro de una de mis ciudades favoritas sean tan monótonas como el resto...
Creo que la guinda del pastel ha sido el anuncio que emiten por la televisión italiana invitando al personal a hacer donativos que sostengan su patrimonio artístico.
Entiendo que Italia tiene un patrimonio artístico enorme, y que mantenerlo es carísimo. Pero igualmente cierto es que todos los años visitan el país hordas de turistas para visitar ese mismo patrimonio, y no a precios baratos precisamente. ¿No podrían plantearse utilizar parte de esos ingresos para el patrimonio?
Bajo mi punto de vista utilizar los impuestos para mantener los monumentos es una inversión, ya que les reporta más ingresos. Quizá la gente donara y lo entendiera más si no se gastara el dinero en otras cosas totalmente inútiles, pero por el momento...
En fin, no se si Roma mantendrá su espíritu, pero por si acaso, siempre nos quedará París... ;-)
Era una gran ciudad tan acogedora como una ciudad de provincias, y tan vital como sólo puede ser una ciudad llena de italianos. Todo en un marco que proclamaba a los cuatro vientos el esplendor de su pasado.
Últimamente no hago más que leer noticias en la prensa que me hacen pensar que la ciudad que yo conocí durará poco.
Empezamos ya hace unos meses con la prohibición de sentarse en las escaleras que se hacía en algunos sitios. ¡Por favor! ¿Qué mal hace nadie por sentarse en las escaleras?¿Quién no ha disfrutado de una tarde al sol sentado en unos escalones mientras veía la gente pasar? ¡Y si tenías un helado en la mano, mejor que mejor!
Le cogieron el gusto a las leyes de este tipo, parece ser, porque en julio de este año leí en el rincón del vago la última: querían que los caballos de las carrozas que recorren la ciudad fuesen con pañales.
Bueno, no se si pañales pero al menos una especie de bragas que impidiesen que se ensucie la ciudad. Se supone que, entre otras normas, los propietarios tendrán que evitar que se ensucie la ciudad ypor tanto dotar de una especie de "bragas" a los caballos para que no ensucien con sus excrementos la ciudad durante el paseo o mientras se encuentran esperando a los clientes en varios puntos turísticos de Roma.
¿Y los perros?¿acaso no ensucian?
El caso es que no me acabo de imaginar la estampa de una carroza tirada por un caballo con braguitas. ¡¡Gallarda figura para las fotos, si!!
No para ahí la cosa. Este fin de semana he leído que el excelentísimo ayuntamiento de la ciudad eterna, que sigue llena de mentes pensantes del mismo calibre, ha decidido cambiar los adoquines del centro por asfalto.
Esos adoquines, llamados sampietrini, eran tan característicos de Roma como el Coliseo o la basílica de S. Pedro. Quizá más, ya que desde hace quinientos años son parte de las calles de la ciudad.
Pero no, han decidido que son peligrosos y resbaladizos (¿¿ahora??¿¿antes no??), y los sustituirán por tedioso y aburrido asfalto, consiguiendo que las calles del centro de una de mis ciudades favoritas sean tan monótonas como el resto...
Creo que la guinda del pastel ha sido el anuncio que emiten por la televisión italiana invitando al personal a hacer donativos que sostengan su patrimonio artístico.
Entiendo que Italia tiene un patrimonio artístico enorme, y que mantenerlo es carísimo. Pero igualmente cierto es que todos los años visitan el país hordas de turistas para visitar ese mismo patrimonio, y no a precios baratos precisamente. ¿No podrían plantearse utilizar parte de esos ingresos para el patrimonio?
Bajo mi punto de vista utilizar los impuestos para mantener los monumentos es una inversión, ya que les reporta más ingresos. Quizá la gente donara y lo entendiera más si no se gastara el dinero en otras cosas totalmente inútiles, pero por el momento...
En fin, no se si Roma mantendrá su espíritu, pero por si acaso, siempre nos quedará París... ;-)
