(Un texto escrito por Álvaro Hernández en El Confidencial del 4 de octubre de 2015. Queda claro que la estupidez humana no disminuye -no hay más que ver las noticias recientes- y que el narcisismo debería ser una categoría separada en los premios Darwin)
Las hay de todos los colores: por culpa de la electricidad, desde las alturas e incluso contra un inodoro. Las muertes provocadas por una autofoto son cada vez más frecuentes y, a la vez, más absurdas.
La obsesión por los autorretratos ha llevado al ser humano a demostrar su estupidez sin importar el lugar, la altura o las consecuencias: cualquier cosa vale para tener el selfie más original y sorprendente. Tanto es así que, en lo que va de año, la cámara frontal de los smartphones ha provocado más muertes que las peligrosas mandíbulas de los sanguinarios tiburones. Mientras que los escualos han acabado con la vida de ocho personas en este 2015, ya han sido doce las que han llegado al fin de sus días por culpa de un autorretrato.
En este amplio catálogo de muertes absurdas encontramos multitud de disparatadas situaciones. Cables de alta tensión, trenes, cuartos de baño y otros elementos se reúnen en torno al afán de dejar constancia de nuestro paso por el mundo para provocar las formas más estúpidas de morir.
1.- Posando cerca de unos cables de alta tensión
A sus 18 años, su manía por conseguir el selfie perfecto llevó a Anna Ursu hasta la estación de la ciudad rumana de Iasi para subir al techo de un tren y hacer desde esa altura una autofoto. Por desgracia, Ursu recibió una descarga de 27.000 voltios al acercarse a los cables de alta tensión del tren y entrar en contacto con ellos. Lo mismo le sucedió a un joven de 21 años de Andújar (Jaén), que rozó una catenaria al subirse a un tren para hacerse un selfi y falleció en el acto.
2.- Abriéndote la cabeza contra el váter
El culmen de las muertes absurdas por culpa de un selfie llega de la mano de Oscar Reyes, un joven que murió intentando recrear su autofoto más original. Colgado literalmente de la puerta del baño, con los pies apoyados en el pomo y una mano sosteniendo el móvil, el joven se resbaló y se golpeó la cabeza contra el inodoro, muriendo desangrado. El más difícil todavía le salió muy caro.
3.- Pegándose un tiro
Posar para un selfie con una pistola apuntando a tu sien no es una buena idea, sobre todo si accionas el gatillo para darle más realismo al asunto. Ya han sido varios los casos en que estas fotos han terminado con dos disparos: el fotográfico y el del arma. Si bien hay quien ha sobrevivido (al usar una pistola que dispara pelotas de goma), un joven mexicano acabó con su vida al dispararse a sí mismo en la cabeza.
4.- Convirtiendo el 'paloselfie' en un pararrayos
El 'paloselfie' se ha convertido en el peor enemigo para muchos: prohibido en monumentos, museos y estadios y luchando contra un duro competidor como el panoselfie, el dichoso instrumento para hacer autofotos ha llegado a provocar alguna muerte. Es el caso del hombre que falleció en el parque Brecon Beacons, al sur de Gales, por utilizar el 'paloselfi' en plena tormenta. El invento atrajo un rayo y su propietario acabó electrocutado.
5.- Arrollado por un tren
En realidad, darle uso a la cámara frontal de un móvil no tiene nada de malo. Sin embargo, en determinados lugares no es lo más aconsejable. Por ejemplo, en las vías del ferrocarril. Con solo 19 años, Varsha Alva no tuvo mejor idea que hacerse un selfie junto a las vías mientras volvía de una fiesta en Puttur (India). Sus cálculos a la hora de disparar la foto no fueron acertados y murió atropellada por un tren.
6.- Ahogado
El agua y las autofotos tampoco son buenos amigos. No porque pueda estropear la cámara de tu móvil de última generación, sino porque al prestar demasiada atención a lo que aparece en la pantalla del smartphone podemos no percatarnos de lo que sucede a orillas del mar. Esto fue lo que le ocurrió a una niña que fue arrastrada por las olas mientras se retrataba en una playa peruana. La violencia del agua la empujó e hizo que se golpease en la cabeza con una roca, perdiese el conocimiento y muriese ahogada.
Lo mismo que le ocurrió al bailarín georgiano Guiorgui Mshvenieradze. Pese a su corpulencia y su fortaleza, nada pudo hacer cuando perdió el equilibrio al borde de un embalse mientras intentaba hacer el que sería, a la postre, su último selfie. Cayó ladera abajo y las heridas le impidieron regresar a la orilla.
7.- Cayendo desde un puente
Una de las muertes más clásicas provocadas por un selfie es la que tiene lugar desde las alturas. Desde lo alto de un puente, un noveno piso, un acantilado o un simple balcón han sido ya escenarios de caídas mortales que empezaron con una inocente fotografía. Hacer equilibrismo y encontrar el mejor encuadre parecen no ser compatibles.
8.- De un infarto
Una variación de la caída mortal fue lo que se llevó la vida de un turista japonés en pleno Taj Mahal. El hombre, de 66 años, cayó por unas escaleras del imponente monumento mientras intentaba hacer un selfie. El sorprendente impacto le provocó un ataque al corazón que, finalmente, acabó con su vida.
9.- En un accidente de tráfico
Intentar hacer un selfie al volante es tan peligroso como cualquier otra distracción con el teléfono móvil de por medio. Una llamada, una aplicación o una autofoto pueden tener el mismo trágico final. Courtney Sanford compartió en Facebook el selfie que se hizo mientras conducía y, un minuto más tarde, la policía recibió la primera llamada que avisaba del accidente en el que Sanford murió.
10.- En tu primera cita
Cheynne Holloway recibió en Sudáfrica al que era su novio a distancia desde hacía un tiempo. Él, británico, voló hasta el país africano para poder conocerse en persona de una vez por todas y, obviamente, la ocasión merecía no pocos selfies. Un acantilado, una puesta de sol y una roca inestable fueron los causantes de una muerte que, si bien es la enésima variación de un fallecimiento provocado por una autofoto desde las alturas, al ser en su primera cita le añade un toque digno de mención. Podían fallar muchas cosas, pero a nadie se le hubiera ocurrido que fuera el selfie.
Etiquetas: Cosas veredes, Hay gente para todo
(Un texto de Fátima Uribarri en
el XLSemanal del 17 de marzo de 2019)
El Museo de la Comida Asquerosa
expone, en Suecia, los platos más sorprendentes del mundo. En realidad, quieren
estimular el cambio del paladar y abrirlo a nuevos sabores.
Zumo de ojo de oveja; corazón
palpitante de cobra en su sangre; pene de buey… Parecen ingredientes de pócimas
de hechicería, pero son delicias que se comen en diversas partes del mundo: el
ojo de oveja lo toman en Mongolia para aliviar la resaca; el corazón de la
cobra, en Vietnam; y el pene de buey es muy apreciado en China por sus
propiedades afrodisiacas. «El asco es siempre subjetivo. Depende de dónde te
has criado. Es como si nos hubieran adoctrinado desde pequeños sobre lo que es
repugnante y lo que no lo es», explica Andreas Ahrens, director del Museo de la
Comida Asquerosa, de Malmö (Suecia). Este espacio, ubicado en un antiguo
matadero, ofrece un curioso paseo por los olores, texturas (está permitido
tocar) y sabores de preparaciones como el surströmming, un
arenque fermentado (y apestoso) que se toma en Suecia; el casu marzu, que es un queso
infestado de gusanos procedente de Cerdeña; o el hákarl,
tiburón envejecido que se toma en Islandia.
La entrada al museo está impresa
en una previsora bolsa para el vómito. El centro propone una reflexión sobre
cambios de hábitos alimentarios para reeducar nuestro paladar y orientar
nuestra alimentación hacia productos que no deterioren el medioambiente.
Algunos ejemplos
El casu
marzu está infestado de larvas vivas de moscas. Se come en Cerdeña.
En Córcega toman otro parecido.
El murciélago frito se toma en el
sudeste asiático. Es muy crujiente. Dicen que sabe como el pollo.
El balut
es un huevo de pato con embrión. Es una delicia en Filipinas, Camboya y
Vietnam. Se toma cocido.
En Mongolia dicen que el zumo de
ojo de oveja alivia la resaca. En Japón comen ojos de atún, fritos con ajo o
con salsa de soja.
El pene de buey es muy apreciado
en China por sus propiedades afrodisiacas. Lo toman crudo o frito. Lo comparan
con el marisco.
La leche de yegua fermentada se
consume en Turquía, Rusia y Mongolia. Su olor y su sabor agrio repelen a los
occidentales.
Etiquetas: Cosas veredes, Gastronomía
(A text
read on Mental Floss web page on May 15, 2013. By Jason English)
When
it comes to measurement, we have a lot of words that mean a bunch of stuff or a
bit of something, but many of those terms have actual, specific meanings.
Let's
learn about a whole barrel full of them.
1. A barrel changes
depending on what's in it.
When
you're talking about oil, a barrel is exactly 42 gallons. For beer, a barrel is 31.5 gallons. For dry goods, it's 105 dry quarts. That last one was defined by
Congress in 1915.
2. A dash is part of a
teaspoon.
Then
there's the dash, as in, "just a dash of
salt," which is between 1/16 and 1/8 of a teaspoon.
3. A pinch is part of
a dash.
A pinch is half a dash, or 1/16 of a teaspoon.
4. A Smidgen is a real
thing.
It's
a half of a pinch, or 1/32 of a teaspoon.
5. Pats of butter
are 1/3 of an ounce.
Butter
is packaged at 48 pats per pound, which means that each pat is 1/3 of an ounce or 1 tablespoon.
6. A drop is 1/480 of
a fluid ounce.
Okay, to be more specific, it's 0.05 milliliters, which you probably already knew if
you're a pharmacist.
7. Australians used to measure rain by points.
We don't measure rain by drops, but in
Australia, they used to measure rain by points. A point was .254 milliliters, so
you might say, "We got a hundred points of rain last night!," which
sounds like a lot, but isn't.
8. The Jiffy is about 10
milliseconds.
The jiffy is a unit
of time used in computer engineering that has to do with a computer's clock
cycle. It's about 10 milliseconds. It means something even faster in physics, where a jiffy is a unit
of measurement for the time it takes for light to travel a distance the size of
a nucleus.
9. A Shake is 10
nanoseconds.
Physicists also have the shake, which is used to measure nuclear
reactions. A shake takes 10 nanoseconds, or 10 billionths of a second, so the
next time you go somewhere for the weekend, you can tell friends you'll be gone
for 17,280,000,000,000 shakes.
10. A hogshead was 63
gallons.
Specifically, 63 gallons of wine. It's a term dating back to at least the 15th century, and
it might be a corruption of the term hog's hide, which
might make clearer sense for referring to a wine container, but we really don't
know how the word came about. The casks are also repurposed to mature whiskey.
11. You can have a double hogshead...
It's called a port
pipe, and it holds about 145 gallons.
12. ... or a butt.
A butt holds about 132 gallons, so when someone tells you that
they drank a buttload last night, they are either lying or dead.
13. Megadeath is a
unit of atomic bomb destruction.
Megade(a)th is not just the third-greatest
heavy metal band of all time. It's also a terrifying unit of measurement. It
was coined in the '50s as a unit of atom bomb destruction. One megadeath is
equal to one million
deaths.
14. A micromort measures
the probability of death.
On the other end of things, we've got the micromort, a unit for measuring the
statistical probability of death. One micromort is a one-in-a-million chance of
death. So, smoking 1.4 cigarettes, or spending an hour in a coal mine increases
your risk of death by precisely one micromort. Going skydiving? Seven
micromorts. They're the coolest thing—and also the only cool thing—ever
invented by actuaries.
15. manpower is about
1/10th as powerful as horsepower.
So you've heard of horsepower, but did you know
there's also a measurable unit of manpower? It was worked out to somewhere
between 1/8 and a 1/10 of a unit of horsepower. Horsepower was based on the
fact that the average brewery horse could move something weighing 330 pounds
100 feet in one minute, stop, and repeat for eight hours. And it would take
about eight to 10 men to do the same, so your Camaro might have a 300
horsepower engine, but my Chevy Volt has like a 2000 manpower engine.
16. A Darwin is,
naturally, a unit of measuring evolution.
We also measure things using the names of
famous people. A Darwin, for instance, is a special ratio
for measuring the rate of evolution. Evolution happening at the rate of one
Darwin would change something by a factor of about 2.7 over a million years.
17. A Gal measures
gravitational acceleration.
A Galileo or Gal is a unit of measurement used
by physicists to talk about gravitational acceleration, but because there's only about a
seven Galileo difference between the lowest and highest possible measurements
on Earth, calculations are usually done in milli-Galileos.
18. Movements of your computer mouse are
measured in Mickeys.
There's another guy you might have heard of who
gave his name to a unit of measurement having to do with your computer mouse.
The smallest detectable movement of a computer mouse—somewhere around 1/10 of a
millimeter—is called a Mickey.
19. A Half-million twitter followers is a wheaton.
After half a million people followed Wil
Wheaton on Twitter, John Kovalic dubbed that number a Wheaton. The beloved actor and brewmaster
got to about six Wheatons on the social site before deactivating his
account in 2018.
20. The
Length of a Beard-SEcond is in dispute.
Speaking of great men with facial hair, a beard-second is the average length a man's beard
grows in one second, but beard growth experts disagree on what that length
actually is. Some say it's 10 nanometers. Some say it's five. Some say, "I
can't believe that we're spending our time talking about this."
21. A millihelen is
1/1000th of one helen of troy.
Helen of Troy's magnificent mug is said to have
launched a thousand ships, but what if there's just one ship
that needs help getting out of port? Then, you need a millihelen, the amount of beauty
required to launch a single ship.
22. A barleycorn is 1/3 of an inch.
A few
hundred years ago in England, small objects were measured in barleycorns, as in grains of barley. A
barleycorn was a third of an inch, which means it's barley there at all.
23. A poppyseed is even smaller.
If you
needed something smaller than that, you could measure by poppyseeds, defined as either 1/4 or 1/5 of a
barleycorn. In fact, grain is the basis of our whole system of terms for
measuring weight.
24. A pound was 5400 or 6750 grains.
The Roman
forerunner to the pound was the libra, which is
why the lb. abbreviation stuck. Medieval
England takes credit for using a pound (5400 grains) to measure metals and
a mercantile pound (6750 grains) for goods.
25. A Bushel changes depending on the
foodstuff.
The USDA
has assigned individual bushel measurements to different things we grow in the
ground. A bushel of corn is 56 pounds, while a bushel of oats is 32 pounds.
26. A Span is 9 inches.
A span isn't just a vague term for
how long something is, like a bridge or wings or the length of time you can pay
attention to something. It originally meant a distance of about 9 inches, or the width of a man's hand with the fingers
out.
27. A Hand is now 4 inches.
Besides the span, we also have the hand, now mostly used for measuring
horse height. It's the width of your hand with the fingers closed. But these
days, it just means 4 inches no matter how gigantic your hands
are.
28. A Finger is the
width of your finger.
Noah Webster measured the breadth of a finger
and nailed it down as 3/4 of an inch, but finger has been used a lot as a
unit of measurement. Thus, it's not always clear whether we're talking about
the width of the finger, like when your bartender pours you two fingers of
booze.
29. A Finger can also
be 4.5 inches of cloth.
This unit uses the length of a finger as the basis.
30. A Nail is 1/16 of a yard.
A nail of cloth, which is based on the length of your finger
from the nail to the second joint, is half a finger, or 2.25 inches. That's
also 1/16 of a yard. So, there you have it. There are about seven barleycorns
in a nail, two nails in a finger, four fingers on your hand, and three hands in
a foot.
31. A Centipawn measures the value of
chess positions.
And now let us discuss centipawns. Chess computer programs can
evaluate the value of a particular piece or position in terms of hundredths of
a pawn, or centipawns.
32. A Frigorie is a
Calorie's nemesis.
You've heard of the boring old calorie, a unit
that measures energy that produces heat. A Big Mac, for instance, has 550 of
them. But, what about the energy to cool something? That unit of refrigeration is called a frigorie, which fell out of use in
the 1970s.
33. An Oxgang is about
15 acres.
Also lost to history is the oxgang, a unit for measuring the
area of land approximately equivalent to 15 acres—or the amount of land that a
farmer could plow with an ox in one season.
34. An Olf is a unit of odor.
Luckily, we've still got the melodious olf. Olfs are used for measuring
the air quality of indoor spaces, like offices. One olf is basically the amount of odor of one standard person. So, what's
a standard person? The olf standard is a person with a skin area of 1.8 square
meters, who bathes 0.7 times per day, and is seated comfortably in a
comfortable temperature. If the person becomes slightly active, it rises to 5
olfs. A heavy smoker gives off 25 olfs while smoking and six while not.
35. A QuasiHemidemisemiquaver
is a unit of brief musical time.
Also known as the 128th note, it lasts for 1/128 of a
note. Nice how that works. Beethoven and Bach were fans.
36. You can cut the Quasihemidemisemiquaver
in half.
The great news about music is that you can always go
smaller: a demisemihemidemisemiquaver is a 256th note, and it's been used in works by Beethoven and
Mozart.
For more information on offbeat units of measurement,
check out the video below, hosted by John Green. You'll be
measuring things by fingers in a jiffy.
https://www.youtube.com/watch?v=Q8qQolqkTU0 Etiquetas: Cosas veredes