domingo, marzo 28, 2021

 

Pequeñas estafas cotidianas

 (Un artículo de Lucía Martín en la revista Tiempo de Hoy del 12 de junio de 2015)

Hay veces que es más duro reclamar que dar por perdido un pago indebido. Pero no siempre.

Son esos euros, céntimos a veces, que se pagan en operaciones con tarjeta, al contratar un viaje, con la operadora de telefonía, por la cuenta bancaria... Muchos no están justificados y rozan la ilegalidad. ¿Cuál es el problema? Pues que al ser cuantías pequeñas y debido a lo farragoso de los procesos de reclamación, los usuarios no hacen nada.

"Un amigo que trabaja en una operadora de telefonía dice que tienen una línea de negocio que llaman coloquín, cuyo leitmotiv es colocar lo que sea al consumidor", comenta Pablo Rabanal, máximo responsable de la compañía Reclamador, una plataforma de reclamaciones on line. Una a una suponen cifras nimias, pero representan más de 3.000 millones de euros anuales, que no es moco de pavo. Empezaron con aerolíneas pero ahora también llevan banca, accidentes o telefonía, entre otros sectores. ¿Cuáles son algunas de estas microestafas más comunes?

Una de las más famosas es la cláusula no show de las aerolíneas. Consiste en que, si se compra un billete y no se utiliza alguno de los trayectos, automáticamente se cancelan los restantes comprendidos en ese billete. El Tribunal Supremo ha declarado ilegal esta práctica, prohibiendo su aplicación en España, pero algunas compañías siguen denegando el embarque de vuelta a quienes no hayan empleado el billete de ida. Sin salir del sector aéreo, muy pocos viajeros saben que si se anula un vuelo tienen derecho a la devolución de las tasas aeroportuarias. Eso sí, hay que reclamarlo antes de no presentarse al vuelo para que la compañía reintegre el importe. Tampoco saben muchos usuarios que en trayectos nacionales se puede volar con el DNI o pasaporte caducados. Y, por cierto, si el problema con una aerolínea fue hace tiempo, no importa. Los viajeros disponen de un plazo de hasta quince años para reclamar.

Telefonía y banca. Las operadoras de telefonía también suelen ser motivos de muchas reclamaciones. "Los SMS premium han sido uno de los principales motivos de queja ya que muchas veces detrás de un mensaje premium se ocultaba el alta en servicios de suscripción de mensajes, con un coste superior al de un SMS tradicional", cuenta Rabanal. Con el mayor uso de datos, estas estafas se fueron reduciendo aunque ahora sucede lo mismo con altas en servicios premium en aplicaciones gratuitas para smartphones. "Lo mejor para que tramiten la baja de esa suscripción no deseada y que devuelvan los importes facturados es acudir ante la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones".

Y qué decir de las entidades financieras. La banca acumula quejas y toda una ristra de pequeños sustos. En los pagos con tarjeta, por ejemplo, el máximo responsable de Reclamador asegura que "solo pueden repercutir lo que les cobra Visa o Mastercard, o sea, entre un 0,2% y un 0,3%, como máximo, 7 céntimos por operación con tarjeta. Las entidades cobran lo que les da la gana". Los intereses de demora, que eran altísimos, han sido reducidos de golpe por una sentencia del Supremo que solo permite recargar en dos puntos el tipo ordinario. Además, según comenta Pablo Rabanal, los bancos suelen cobrar automáticamente una comisión por descubierto, sin previo aviso, "algo que es ilegal, por lo que recomendamos reclamar".

Tampoco saben muchos usuarios bancarios que "si no hay actividad en la cuenta, el cobro de esta comisión se considera una mala práctica bancaria. Una comisión es legal si se está ofreciendo un servicio efectivo al cliente". Cobrar por cuentas inactivas es, por tanto, un motivo de reclamación. Por último, están las denominadas cláusulas suelo de las hipotecas. Tras declararlas nulas, el Tribunal Supremo establece que las entidades deberán devolver lo cobrado indebidamente solo a partir de mayo de 2013, no antes. Lo anterior se ha perdido.

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