jueves, noviembre 17, 2016
La biblioteca sin libros
Además de triste, me
parece un sinsentido… quizá el comienzo del fin, o quizá la confirmación de que
yo y mi época seguimos caminos divergentes…
(Un texto del la revista Mujer de hoy del 26 de enero de
2013)
No habrá interminables estantes llenos de volúmenes con un
número en el lomo, pegados unos a otros, formando infranqueables murallas; el
ruido de las páginas no alterará el silencio atento de los lectores; el polvo
no formará una bruma etérea al trasluz del flexo; el olor del papel no
impregnará el ambiente, y una especie única, el ratón de biblioteca, tendrá que
desaparecer. Para los amantes de los libros de papel, la nueva bibilioteca de
Bexar County, en el estado norteamericano de Texas, será como el paisaje después
de la batalla: ni un solo volumen en papel, ni una sola torre de libros. En su
lugar, solo habrá contenidos digitales, que los usuarios podrán consultar en
sus propios dispositivos electrónicos (lectores y tabletas) o en los que
facilitará el nuevo centro. Será difícil que este concepto pueda desbancar a
esa idea romántica que tenemos de las bibliotecas antiguas, pero alguna ventaja
tenía que tener: casi no necesita espacio y la inversión es mínima. Y eso no
hay que pasarlo por alto en estos tiempos.
Etiquetas: Surrealismo cotidiano