sábado, octubre 22, 2011
Que me entierren con el móvil
extraordinario en ciertos países de influencia anglosajona, entre ellos EE.UU.
"He escuchado casos de gente que pide que le entierren con el iPod o incluso con el manos libres Bluetooth en la oreja", comentaba Ed Defort, editor de la revista American Funeral Director.
Hay varias explicaciones para este comportamiento. Desde el deseo de familiares o amigos de dejar en el ataúd recuerdos y objetos personales —una costumbre común a lo largo de la historia de a humanidad, pero que hasta ahora no tenía componente tecnológico-, hasta la necesidad de
expresar el deseo de mantenerse comunicado con aquellos que han fallecido.
MSNBC citaba el caso de abogado John Jacobs de Nueva York. Su viuda no sólo pidió enterrarlo con el teléfono cargado con batería completa, sino que ha mantenido el contrato con la operadora para poder llamar periódicamente y hablar con el fallecido —al agotarse la batería, sus
mensajes saltan ahora al buzón de voz-.