Vivir para ver...

(Un texto de Ana Sánchez en el suplemento dominical del Periódico de Aragón del 29 de marzo de 2015)

Un artista griego se ha convertido en el Banksy de los billetes. Hace un año que ‘hackea’ euros para que reflejen “la época que representan”. Cualquiera puede ser cómplice al recibir la vuelta

Se llama Stefanos. Vendría a ser el Banksy de las billeteras. Este artista griego de 29 años lidera una revolución de lo más inesperada: protestar contra la economía al sacar la cartera.

Stefanos es un hacker de billetes, pero en vez de falsificarlos, les añade realismo. Tintes de crisis que se mimetizan con los monumentos ficticios de los euros. Añade a los billetes gente cayendo al vacío, ahorcados e incluso algún superhéroe con capa. Salen cadáveres sangrantes, asesinos con maletines y hasta la muerte con su guadaña. Stefanos dibuja los billetes y los vuelve a poner en circulación, así que cualquier ciudadano de la zona euro puede convertirse en cómplice al recibir la vuelta. Vendría a ser la versión en papel de plantarse ante la fachada del Banco Central Europeo con capucha y espray. “Lo que me interesa -se justifica Stefanos- es convertir al espectador en observador. Porque lo que vendrá a continuación es que se producirán otras observaciones”.

Hace un año que empezó esta revolución. Se puede resumir mirando la web banknotes.gr (antes de deshacerse de los billetes, Stefanos los escanea y los cuelga). La conclusión más curiosa, dice, es que “la divulgación digital es más efectiva que los billetes en circulación”. El artista de Atenas -que no ha votado a Syriza, puntualiza- no es el único que protesta en metálico. En EEUU, se estampa en los dólares la silueta de un hombre con las manos en alto. Hands Up Don’t Shoot! (Manos arriba. No disparen), se llama este movimiento que inició el artista/activista Joseph DeLappe. “Es una respuesta creativa a los asesinatos de personas de color por parte de la policía”, explica su Tumblr, desde donde se vende el sello (handsupsdontshoot.tumblr.com)

(Un texto leído en el suplemento económico del Heraldo de Aragón del 29 de noviembre de 2011)

Avtovaz, la empresa rusa de automoción fabricante de los vehículos Lada, está viviendo una situación laboral inusual, Al parecer, 5,000 trabajadoras rusas de la empresa están usando el embarazo como freno a los despidos. Como la ley vigente prohíbe a la empresa despedir a nadie durante una baja por maternidad, más de 5.000 empleadas habrían anunciado en las últimas semanas que están embarazadas, tratando de aparcar la rescisión de sus contratos (una medida que podría afectar a 27.000 de los 100.000 trabajadores).