lunes, junio 30, 2025

 

El piloto que se pasó el aeropuerto en el que iba a aterrizar. Se quedó dormido

 (Seguimos con aviones. Esta historia la leí en un artículo de Elena Zamorano en El Confidencial.com del 29 de noviembre de 2018)

Sucedió en un vuelo de Tasmania a King Island. La Oficina de Seguridad australiana ya ha abierto una investigación.

Lo nunca visto. Los aviones son un espacio de historias de sexo clandestino e indómito, peleas y grescas infernales, pasajeros racistas o personas que confunden la puerta trasera de la aeronave con el baño. Todo es posible en esta salchicha mecánica con alas. Hasta que el propio piloto se quede dormido y se pase el aeropuerto en el que tiene que aterrizar.

El suceso tuvo lugar en Australia, en un vuelo entre Tasmania y King Island. La Oficina de Seguridad del Transporte de Australia (ATSB por sus siglas en inglés) se encuenrta actualmente inmersa en una investigación del incidente denominado como "incapacitación del piloto" después de que el avión continuara su travesía en vez de aterrizar. Evidentemente, hubo que hacer una maniobra especial para que pudiera dar marcha atrás, según informa 'The Independent'. 

"El piloto se quedó dormido, lo que provocó que la aeronave avanzara 46 kilómetros más allá de King Island". Esta es la frase que aparece en el informe del caso realizado por ATSB. Pero, a pesar de todo y afortunadamente, todo se quedó en una mera anécdota. Los datos de seguimiento muestran que el vuelo aterrizó de forma segura la mañana del 8 de noviembre.

Sin embargo, la oficina de seguridad australiana ha clasificado lo ocurrido en la categoría de "incidente operacional serio". Los agentes entrevistarán pormenorizadamente al piloto, recopilarán las pruebas necesarias y revisarán los procedimientos de la compañía antes de presentar el informe final del caso. Se ha puesto de fecha límite hasta marzo de 2019 para presentar la investigación. 

El avión, un Piper PA-31 Navajo VH-TWU, pertenece a la aerolínea Vortex Air y tiene capacidad para solo nueve personas, por lo que realiza varios vuelos al día. El diario 'The Australian' descubrió que ese día ya había realizado siete viajes. Una siesta puede ser fatal en cualquier otro medio de transporte, ya sea coche o tren. Pero en los aviones, es mucho más frecuente de lo que la gente comúnmente cree.

Según una encuesta realizada en 2013 por el sindicato Balpa, más de la mitad (hasta un 56%) de los pilotos han admitido haber dejado los mandos mientras estaban pilotando una aeronave. Pero no solo eso: del grupo que lo reconoció, el 29% también confesó que había situaciones en las que tanto ellos como los copilotos se encontraron dormidos, siendo despertado el uno por el otro o viceversa. 

Traquilidad ante todo. Según varios expertos consultados por 'The Guardian', no pasa nada porque esto suceda. "En toda la historia de la aviación, ningún avión se ha estrellado porque un piloto se haya quedado dormido mientras lo conducía", alega David Learmount, expiloto de la RAF Hércules. "Nunca ha sucedido una cosa así. Por otro lado, ¿ataques de fatiga? Son demasiado comunes, sobre todo en el aire".

Por lo general, no es un problema de orden mayor, ya que el avión está volando en piloto automático la mayor parte del vuelo. Sin embargo, considerando que dicho vuelo de Tasmania a King Island solo dura unos 45 minutos, puede que no sea el momento más apropiado para echarse una siesta. Ahora, ya solo queda revisar las políticas de la aerolínea para paliar la fatiga de los pilotos.

 

 

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domingo, junio 22, 2025

 

Tres horas para despegar por culpa de un enjambre de abejas: el accidentado vuelo 1682

(Y seguimos con bichos descontrolados... este artículo se publicó en elconfidencial.com del 11de mayo de 2023)

Si cada vez que ves una abeja planeando cerca de ti huyes inmediatamente y también te da miedo volar, esta podría ser una de tus peores pesadillas. Se trata, al fin y al cabo, de dos estructuras de muy distinto tipo capaces de echar a volar: las abejas, unos seres vivos indispensables para la polinización, y los aviones, modelos de transporte transcontinentales en los que vamos inmersos para recorrer grandes distancias. Lo que no podían imaginar los pasajeros del vuelo Delta 1682 que despegó en Estados Unidos el pasado 3 de mayo de este mismo año es que ambos actores se fueran a dar cita para amargarles el viaje.

No una, sino miles de abejas se dieron cita en el ala trasera del avión, formando un enorme enjambre que asustó a pasajeros y tripulación. No quedó otro remedio que esperar durante tres horas a que dejaran el ala tal y como estaba para poder despegar, haciendo que el suceso se convirtiera rápidamente en viral en redes sociales. Eran concretamente las once y media de la mañana cuando los clientes del vuelo 1682 de la aerolínea Delta procedían a embarcar en el avión cuando de pronto se dieron cuenta de que una de las alas del avión de su parte trasera estaba llena de abejas.

Los insectos formaron un gran enjambre alrededor, teniendo que suspender el embarque de pasajeros, que tuvieron que regresar a las instalaciones del aeropuerto intercontinental Georg Bush, en Houston, Texas. Entre los presentes estaba la periodista Anjali Enjeti, quien no dudó en contar todo lo ocurrido a través de su perfil de Twitter. Al parecer, y según ella, la aerolínea se puso en contacto con un apicultor local para resolver el entuerto, pero luego se llegó a la conclusión de que ninguna persona no experimentada en aviación podría acercarse al avión por temas de seguridad. Entonces, el comandante de la aeronave se le ocurrió que quizá un par de vueltas rápidas haría que la nube de abejas se despejara y abandonaran el ala.

Un final feliz

Al final, la aerolínea decidió retirar el avión de los puestos de embarque y ceder la puerta a otro vuelo. Cuando el comandante encendió el motor para apartarlo de la zona, las abejas se fueron por su propia voluntad. El vuelo finalmente tardó más de tres horas en despegar. "Las abejas habían pasado el mejor momento de sus vidas tras reírse de todos nosotros", tuiteó con humor Enjeti.

Según USA Today, un equipo especializado inspeccionó el avión y sus motores para asegurarse de que la aeronave no había sufrido daños o fuera segura para volar. Evidentemente, no hay peligro en que este tipo de insectos pulule por los aeropuertos, como sí que entraña más problemas que lo haga una bandada de pájaros. Hay sucesos similares.

En septiembre de 2019, recuerda Smithsonian Mag, un gran grupo de abejas aterrizó en el cristal de la cabina de mando de un avión de Air India, y se negaron a salir de ahí hasta que los miembros de la tripulación las espantaron con cañones de agua. En septiembre de 2018, aproximadamente 20.000 abejas invadieron el motor de un avión de Mango Airlines en Sudáfrica. Y en marzo de 2017, miles de abejas formaron un enjambre en la bodega de carga de un avión de American Airlines en Miami, lo que retrasó el despegue durante más de cuatro horas.

"Los enjambres son fruto de un comportamiento reproductivo", asegura Steve Repasky, apicultor estadounidense, a la revista Air & Space. "En primavera, una colonia sana de abejas tiende a dividirse a la mitad y despegará de un enjambre en busca de otro, viajando varios kilómetros. Mientras lo buscan, se detienen para descansar en el primer objeto sólido que pillan". Por tanto, si te encuentras con un enjambre cerca, lo mejor es tener paciencia: tarde o temprano las abejas se marcharán dejando todo despejado.

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miércoles, junio 11, 2025

 

Thousands of chickens escape on motorway and hop into cars

(A text written by

Thousands of chickens were strewn across a motorway with hundreds making a break for freedom after the lorry carrying them crashed.

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