martes, mayo 31, 2011

 

Nueva generación de máquinas dispensadoras

(Leído en el XLSemanal del 20 de junio de 2010)

¿Quién no ha sentido alguna vez la necesidad imperiosa de tener un lingote de oro? ¿Que no? Pues eso es que sus finanzas y sus gustos no son los de los habitantes de los Emiratos Árabes Unidos. En el vestíbulo de un hotel han instalado la primera máquina expendedora de oro.

Bajo el nombre de "Oro para llevar" y bañada ella misma en el dorado metal, la máquina permite sacar barras de uno, cinco y diez gramos o de una onza (28 grs.).

Pero no es la única máquina dispensadora peculiar. El mercado se ha sofisticado mucho. En Tokio las hay que pueden examinar la piel de los clientes para saber si tienen edad de comprar tabaco. En canadá y EEUU se venden en ellas productos de belleza, y marcas como Quicksilver ofertan bañadores y biquinis dentro de una cadena de hoteles.

Una nueva raza de autómatas se dispone a invadir el mundo. Un dato: en Japón hay un dispensador automático por cada 23 habitantes. Los de nueva generación están dotados de pantalla táctil, elegante diseño y sofisticada y segura tecnología. Por ejemplo, como los pagos son elevados, no se carga nada en la tarjeta de crédito hasta que el producto ha caído. Además, los clientes pueden devolver los productos llamando a un número de teléfono. La teoría a su favor es que, en la era de internet, los consumidores están acostumbrados a comprar solos, sin intermediarios. El hecho, en época de crisis, es que la máquina es más barata que un trabajador.

miércoles, mayo 11, 2011

 

Extraños hoteles

Una lista de hoteles sui generis, por si algún día me da por rizar el rizo...

- Sobre las pistas del aeropuerto de Arlanda, en Estocolmo, hay un Jumbo 474 reconvertido en hotel con 25 habitaciones y una suite de lujo en la ex-cabina del piloto. www.jumbohostel.com

- Otro pintoresco lugar para echar un sueñecito entre rejas es la antigua prisión victoriana -y parte del castillo de Oxford, en Reino Unido- de Malmaison. www.malmaison-oxford.com

- A 20 metros del suelo, en un entramado de 8 Km de puentes y pasarelas colgantes sobre las copas de los árboles de la selva amazónica brasileña. www.ariau.tur.br

- Sin duda, el hotel más loco se halla en Berlín. Es el Propeller Island, una galería de arte-hotel de 31 habitaciones, idea del artista Lars Stroschen. De la habitación 18, Therapie -un quirófano perfectamente equipado-, a la 23, Upside down, en la que los muebles penden del techo. www.propeller-island.de

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