sábado, enero 30, 2010

 

Quemando calorías y células grises

(Leído en el suplemento Crónica de El Mundo el pasado 29 de noviembre)

El realizar un juego de Sudoku pareciera no tener algún efecto en las calorías, sin embargo esto es posible, pues el permanecer una hora ante rompecabezas, hace que se quemen calorías de las que se encuentra en muchas galletas.

Los especialistas han afirmado que el practicar un juego de Sudoku durante una hora, permite quemar alrededor de 90 calorías, por lo que los especialistas alientan a las personas para que inicien a ejercitar su cerebro en este tipo de juegos de agilidad mental.

Los rompecabezas y cuestionarios, al parecer queman mas calorías que una galleta de chocolate que tienen en promedio 56 calorías. Según los investigadores, cuando hacemos algo desafiante como un rompecabezas o examen, se pueden quemar 1.5 calorías por minuto. También hay que decir que nuestro cerebro necesita 0,1 calorías por minuto para sobrevivir, sin necesidad de devanarse la cabeza con los numeritos.

Y esto es posible gracias a que el cerebro, formado por millones de neuronas que transmiten mensajes al cuerpo, transmite sustancias químicas, con extracto de glucosa de azúcar y calorías. Así que haciendo un crucigrama difícil o un desafiante sudoku significa que su cerebro se anhela más glucosa y más calorías también, pues mientras mas se concentra el cerebro, más energía consume.

El cerebro es como cualquier otra parte del cuerpo, si se está trabajando duro en es parte, se necesitan más calorías para funcionar bien. Pero no es posible pensar que con este ejercicio vayamos a adelgazar, pues aunque el cerebro utiliza mucha energía, no utiliza las grasas para funcionar.


miércoles, enero 27, 2010

 

Luchando contra la crisis: subastando comida

Lo leí en una revista del pasado julio, donde detallaban que las subastas de comida se han extendido por todos Estados Unidos como medio de lucha contra la crisis. Pensaba que sería algo aislado, pero no, en un número viejo del "Hola" (www.hola.com) de las mismas fechas también
se referían al tema:

Y es que las ideas para sortear la crisis tienen mil matices a cada cual más original. Ésta de las subastas de alimentos la encontramos en Dallas (Pensilvania, Estados Unidos). Se trata de una versión "low cost" de Sotheby's o Christie's, donde lo que se subasta no son reliquias, joyas
u obras de arte, sino filetes de carne, botellas de leche o paquetes de arroz.

La escena puede parecer insólita a priori: en un gimnasio local reconvertido en esta singular subasta, una tarima, un moderador y un micrófono ofrecen todo tipo de alimentos al mejor postor. Kirk Williams, de 50 años, se dirige a los compradores. Una manera de agudizar el
ingenio, gracias a la cual, según algunos estudios de consumidores, se puede ahorrar hasta un 50 por ciento en llenar la nevera.

Mientras los consumidores buscan cierto alivio por la recesión y las subidas de los precios de la comida, las subastas de alimentos ganan popularidad como una vía fácil de reducir costes y se han multiplicado por nueve estados, desde Oklahoma hasta Nueva York. ¿El sistema? El mismo que en cualquiera de las casas más prestigiosas. ¿Necesita papel de cocina? ¿Quizá un par de cosas para preparar la cena? Pues coja un número y puje. Muchos buscadores de chollos han dejado de mirar las ofertas del supermercado y han encontrado una forma de hacer la compra a
precio de ganga. Desde cereales hasta carne, cualquier cosa necesaria para alimentar a una familia.

La idea no es nueva, pero sí su acogida y su éxito. En algunas de las zonas más pobres del país, esta práctica se emplea desde hace años, pero la actual situación económica ha empujado a numerosas personas como Williams a ofrecer este tipo de alternativas a consumidores de clase
media. Una buena solución para aquellos que se han visto ahogados por las hipotecas o el paro.

Los productos vienen de supermercados, proveedores de restaurantes y tiendas de alimentación, y para salir a subasta deben encontrarse en buen estado. La fecha de caducidad de la mayoría pronto vencerá, o quizá cuenten con algún defecto en su envasado, pero esto no disuade a los
nuevos pujadores.

Hace un par de meses que Williams organizó la primera de estas subastas, y la acogida fue excepcional: unas 300 personas se acercaron en busca de precios más baratos con los que llenar el carro de la compra. Impresionado por la demanda, decidió programas nuevas subastas por el
estado."Ahora mismo, la gente no tiene mucho dinero de bolsillo", declaró Williams a la prensa. "Están buscando ahorrar dinero".

Con muchos precios disparados, y con menos recursos, la comida es uno de los gastos en los que se puede ahorrar. También los subastadores ven en esta práctica un pequeño negocio. Por cada 12.000 dólares vendidos, Williams gana 1000.

Y pese a todo, no creo que este sistema llegue a nuestro país...


martes, enero 19, 2010

 

Arroz a base de "clicks"

Ya hace tiempo que conocía algunas páginas que daban dinero a los necesitados, o comida, o plantaban árboles, siempre a base de visitar enlaces de patrocinadores incrementado el número de visitas a la web. las había olvidado, lo confieso, hasta que volví a leer sobre una de ellas hace unos meses en una revista:

La página se llama freerice (www.freerice.com) y se supone que funciona como un juego. Te hacen preguntas, y, por cada respuesta correcta, los patrocinadores donan diez granos de arroz al programa de alimentos de la ONU. Pensando que un gramo de arroz son unos 50 granos, es lógico pensar que cuanta más gente visite el invento, mejor.

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martes, enero 05, 2010

 

La fuerza de un libro

Hace poco leía en una revista la nueva costumbre de los enamorados en Roma y esta tarde he podido leer más en la bitácora "Señales". No se si será una moda o qué, pero, imitando el gesto de los personajes de una novela de Federico Moccia, "Tengo ganas de ti", miles de novios llegan hasta las orillas del río Tíber en Roma y se encaminan hacia el tercer farol del Puente Milvio. Una vez allí, parados sobre el puente completo más antiguo de la ciudad eterna, los enamorados escriben sus iniciales sobre un candado y lo enganchan a alguna de las 24 columnas que las autoridades han tenido que disponer para preservar al encorvado farol y por sobre la espalda, a dos manos, arrojan la llave a las aguas del río.

Para los amantes de la estadística, "Te amo", con el 41%, es el grabado más popular seguido por "para siempre" con el 20%.

La idea de abrochar las promesas de amor en ese preciso farol del Puente Milvio se le ocurrió al escritor y director de cine italiano Federico Moccia, quien para darle un viso de realismo al gesto que hacía cumplir a los personajes en su novela, enganchó personalmente -pocas horas antes de que se publicara el libro- el primer candado escribiendo incluso las iniciales de los personajes. "Regresé una semana después de la publicación y vi que ya había colgados más de 300 candados... Me quedé sin palabras", declaró el autor. "Si alguno llegara hasta allí para comprobar -decía Moccia en declaraciones a BBC Mundo- se habría encontrado con el candado que de alguna manera era el símbolo de lo que acontecía en el libro...".

Tal fue la fiebre que generó el romántico rito, que los candados comenzaron a ser miles y el peso demasiado para el viejo farol que los sostenía, que acabó cediendo. El amor doblegó a la farola, y las autoridades debieron buscar soluciones para la pasión juvenil. Para ello las autoridades municipales decidieron colocar las 24 pequeñas columnas de hierro que, adornadas cada una por dos corazoncitos, enlazan las robustas cadenas en las que ahora se pueden enganchar los candados. Todo facilidades, como se ve.

Esta claro que todos los pensamientos no podían ser romáticos: Un par de ladrones, aprovechando la ventaja de un amanecer lluvioso y desierto cortaron los candados para venderlos al peso en una fundición cercana. La investigación duró pocas horas -¡alucinante!¿no había más delitos que investigar en toda la ciudad?- y encontrar los candados intactos resultó una fiesta para los románticos.

Federico Moccia todavía se confiesa sorprendido por cómo la gente se compenetró con el gesto de los personajes de su novela: "Es un fenómeno urbano que se ha transformado en una verdadera moda social. De improviso han empezado a aparecer candados en los vestidos de novia y también joyas (pulseras y collares con pequeños diamantes) en forma de candado". "Pero no sólo eso; en otras ciudades de Italia, varios puentes comienzan también a recibir candados. Muchas personas han querido demostrar su amor así", dice.

En fin, debo de ser una escéptica pero el caso es que sólo espero que lo demuestren también de otras maneras...

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